martes, 25 de enero de 2011

La clase


Debido a mi ausencia en clase por distintos motivos, vi la película el jueves pasado por la tarde ya que me dijeron que la iban a ver y comentar en clase.
La película está entretenida, a veces un poco lenta, pero tal vez esto solo lo aparenta porque estamos muy acostumbrados al típico cine americano, o al menos a mi me pasa.

Trata de mostrarnos la situación que vive un profesor de lengua en Francia, de las dificultades a las que se enfrenta al intentar enseñar a sus alumnos, ya que parece que le ha tocado una clase de chavales muy conflictivos, es agobiante y estresante la insolencia de los alumnos, no muestran interés, responden mal, no tienen ningún tipo de respeto, y en verdad, representan a muchisimos chicos de esa edad de hoy en día.

La película transcurre durante todo un curso escolar, desde el primer día que se presentan profesores y alumnos hasta el último día de curso en verano. Durante todo el año se ve una evolución de la clase, de sus actitudes, se les conoce poco a poco a los alumnos, aunque sin profundizar demasiado, no más de lo que deba saber un profesor de sus alumnos. También se muestra como solucionan los profesores los problemas que les puedan suceder con los alumnos, que piensan sobre ello, como intentan arreglarlos o sancionarlos, incluso la desesperación por no saber ya ni como comportarse con unos adolescentes de tales características.

Al principio hay buena relación entre el profesor protagonista y sus alumnos, mas o menos consigue que no se le suban a la espalda, pero al intentar tratarles de adultos [ya que intenta razonar con ellos sobre algunos temas] se le va un poco el asunto de las manos, ya que estos chicos aún están un poco lejos de comprender ciertos comportamientos de los profesores y, como cualquier adolescente, creen que ellos siempre llevan la razón.


Me quedo como más interesante la última parte de la película, en la que François, el protagonista, hace un repaso por toda la clase el último día y les pregunta ¿Qué habeis aprendido este curso?, a lo que, Esmeralda, una de las más revolucionarias y conflictivas de la clase, responde que en clase no ha aprendido nada, pero que le gustó mucho un libro que leyó por su cuenta, La República, de Platón. François se queda alucinado ante su respuesta.

Tal vez el problema de la educación no solo reside en la relación alumno-profesor [tal y como lo ven los demás profesores del colegio], deberían cuestionarse más acerca de la materia que enseñan y del modo en que la enseñan





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